Antonio Ruiz Benítez
Las pandemias y epidemias han formado parte consustancial de la historia de la humanidad. La aparición del COVID-19 ha supuesto un verdadero cataclismo mundial que, además de las inevitables consecuencias sanitarias, traerá a buen seguro, otras en el ámbito económico, social o geopolítico, por citar algunas. A pesar de su clara identificación como amenaza, muchos analistas coinciden en encuadrarla centro de la categoría de “cisne negro”, lo que no parece rigurosamente cierto. Dentro de las medidas establecidas por el Gobierno de España para hacer frente a esta enfermedad, ha brillado con luz propia el empleo de las Fuerzas Armadas en distintas misiones y cometidos, circunstancia que, aunque relevante, no es novedosa en la historia contemporánea de nuestra institución. La presencia de sus hombres y mujeres en primera línea de la lucha contra la enfermedad ha puesto de manifiesto los valores y la preparación de que está dotados.