El pasado mes de febrero representantes de la Casa Blanca y la insurgencia talibán escenificaron en Doha la firma de un acuerdo que conllevará la retirada de todos los soldados norteamericanos aún destacados en Afganistán. El pacto fue descrito por la administración estadounidense como un “acuerdo de paz” y primer hito de un proceso que podría llevar a la definitiva pacificación del país. El acontecimiento sugiere dos preguntas: ¿cómo ha llegado Afganistán a la situación que ha propiciado el acuerdo?; y ¿qué futuro aguarda a su pueblo a partir de ahora? El presente informe ofrece una respuesta tentativa a ambos interrogantes.