Enrique Fojón Chamorro
Se viven tiempos de gran fluidez, en los que poderosas sinergias globales cambian los comportamientos de personas sociedades y estados debido a un aumento exponencial en la conectividad humana. El auge de China, India y otras economías emergentes, la rápida propagación de las tecnologías digitales, los crecientes desafíos de la globalización y, en algunos países, la ruptura de los tradicionales modos de convivencia, son circunstancias que afectan a la economía, a los países, a la sociedad, a las entidades y a las personas, lo que supone una relación que mezcla de decadencia y nuevas oportunidades. En el contexto global irrumpen nuevos actores, dinámicos e innovadores, que podrían impulsar la productividad y la prosperidad en muchos países. A su vez, las desventajas para aquellos que no puedan, o no sepan, adaptarse al ritmo y naturaleza del cambio han crecido exponencialmente. Para los responsables políticos, los líderes empresariales y las personas en general, la adaptación a estos tiempos de cambios requiere un replanteamiento casi radical, en conocimiento y adaptación, como condición para sobrevivir.