Existe, históricamente hablando, una cantidad significativa de conductas con incidencia muy negativa sobre la salud e integridad de los animales domésticos que, aun consideradas normales a lo largo de los años, hoy están seriamente cuestionadas. Ello se debe a los cambios que están teniendo lugar en nuestra sociedad y, en consonancia con ello, a la promulgación de normativa administrativa y penal dirigida a proteger a los animales domésticos. El debate surgido en relación al sacrificio de los animales domésticos destinados al consumo humano sin aturdimiento previo, del que forma parte la sentencia analizada, es un buen ejemplo de ello.