Miguel Ángel Cano
Alemania viene estando confrontada desde hace años con el problema de las actividades delictivas cometidas por determinados clanes familiares de origen árabe. Si bien el tráfico de drogas acapara buena parte de dichas actividades, existen otros ámbitos igual de importantes como son los delitos violentos, así como conductas intimidatorias frente a los órganos estatales en general y la población alemana en particular. Lo sorprendente de esta situación es que la tasa de condenas por todos estos delitos es muy baja en comparación con la actividad desplegada. Ello se debe no sólo al aislamiento y hermetismo inherente a los propios clanes, sino también a cuestiones relacionadas con el propio ordenamiento jurídico alemán. Al análisis de todos estos aspectos se dedica el siguiente trabajo, el cual tiene un inusitado interés si se tiene en cuenta que, en la actualidad, determinadas manifestaciones del crimen organizado en España están vinculadas a clanes o grupos que presentan buena parte de las características de los clanes familiares árabes que actúan en Alemania.