¿De qué manera puede ayudar el fomento del trabajo decente al auge del desarrollo humano y al crecimiento económico? El autor estudia este tema capital comparando la posición de treinta y ocho países en el índice de desarrollo humano del PNUD, en el índice de trabajo decente elaborado por D. Bescond, A. Châtaignier y F. Mehran (véase el presente número monográfico) y en el PIB por habitante. Las clasificaciones y comparaciones resultantes, si bien son sólo indicativas, no dejan de ser reveladoras. Entre otras cosas, muestran que - sorprendentemente - hay países sin ingresos altos con un déficit de trabajo decente bajo y, a la inversa, países ricos que, pese a su riqueza, no consiguen resultados mejores.