La actividad portuaria se remonta a los albores de la civilización. Desde entonces no ha dejado de progresar, si bien sus peligrosos métodos de manipulación de la carga apenas cambiaron hasta el decenio de 1960, con la introducción de los contenedores y de los sistemas de transbordo rodado. Los avances técnicos que se han venido sucediendo desde entonces, por ejemplo, con la adopción de maquinaria de manipulación cada vez más moderna, de mucha mayor capacidad y alcance, si bien han aumentado considerablemente la seguridad de los trabajadores portuarios, otros cambios han acarreado nuevos peligros, por lo cual todavía se considera que el trabajo portuario entraña un riesgo muy elevado de accidentes. Por otra parte, la privatización del sector ha modificado de manera importante la organización de los puertos y el empleo en los mismos, recurriéndose a trabajadores no permanentes.