La televisión tradicional convive con formatos originados en internet, con el consumo bajo demanda, con la televisión de pago y con otras plataformas de distribución de contenido audiovisual. Los datos de audiencias muestran un descenso continuado de telespectadores y las tecnologías digitales permiten a cualquier ciudadano producir contenidos audiovisuales y distribuirlos para el consumo masivo a través de la Red. Ante este nuevo ecosistema audiovisual, el objetivo de esta investigación es comprobar si se pueden advertir signos de una crisis de la supremacía del televisor como medio de difusión de industria cultural. El desapego o indiferencia de los usuarios hacia la programación convencional evidenciaría un peligro para la televisión. Al contrario, el consumo de productos televisivos a través de otras pantallas implicaría el mantenimiento de las audiencias televisivas a través de internet. La investigación analiza las percepciones sobre la televisión mediante cinco grupos de discusión online. Se extraen tres conclusiones. La primera, que la televisión ocupa una posición relevante en la cotidianeidad de los participantes, incluidos los más jóvenes, a pesar de que las audiencias han descendido en los últimos años. La segunda, que la percepción sobre la televisión es positiva y se asocia a la desconexión, el relax y a un momento de reunión familiar compaginable con consumos individualizados en otros momentos del día. Tercera, el estudio demuestra el alto grado de compatibilidad entre internet y la pantalla del televisor porque surgen nuevas formas de consumo, pero se mantiene un interés predominante por los contenidos televisivos y de la gran industria cultural.