La Sentencia del TJCE de 16 de julio de 2020, sostuvo, entre otras cuestiones, que el art. 4 del Reglamento (UE) 650/2012 sobre sucesiones, y las demás disposiciones relativas a la residencia habitual del fallecido, debían interpretarse en el sentido de solo puede haber una residencia habitual. Cuando la residencia habitual del causante se encuentre en un Estado y otros elementos relevantes para la sucesión se encuentren en otro o en otros Estados, la sucesión tendrá carácter transfronterizo y, por tanto, será de aplicación el Reglamento n.o 650/2012.Además, los arts.3 (2) y 4 del Reglamento 650/2012 deben interpretarse en el sentido de que un notario que no puede ser clasificado como «tribunal» en el sentido de la disposición anterior no está sujeto a las normas de competencia establecidas en esa regulación.Un notario no podrá ser clasificado como un «tribunal» si no se le permite decidir sobre un asunto controvertido entre las partes. El certificado nacional de derecho sucesorio, que es expedido por dicho notario a petición del interesado, de acuerdo con un modelo oficial y tras verificaciones relativas a la veracidad de los hechos y declaraciones enumerados en él, constituye un «documento público». y produce los correspondientes efectos probatorios en otros Estados miembros.Este comentario analiza las principales cuestiones juzgadas por el TJCE y muestra algunas consecuencias de la Sentencia desde el punto de vista del Derecho español
The ECJ Judgment of 16 July 2020, held, among others statements, that article 4 of Regulation (EU) 650/2012 on Succession, and the other provisions relating to the habitual residence of the deceased, must be interpreted as meaning that there may be only one such habitual residence. Where the deceased’s habitual residence is in one State and other elements relevant to the succession are located in another State or other States, the succession is cross-border in nature and Regulation No 650/2012 is therefore applicable.Furthermore, articles 3(2) and 4 of Regulation 650/2012 must be interpreted as meaning that a notary who cannot be classified as a «court» with the meaning of the former provision is not subject to the rules on jurisdiction laid down in that regulation.A notary cannot be classified as a «court» if he or she is not allowed to decide on a disputed issue between the parties. The national certificate of succession rights, which is issued by such a notary at the request of the party concerned, in accordance with an official template and following checks relating to the veracity of the facts and declarations listed in it, constitutes an «authentic instrument» and produces the corresponding evidentiary effects in other Member States.This commentary analyzes the main issues judged by the ECJ and adds some consequences from a Spanish legal point of view.