Fabio Andrés Díaz
A diferencia de otros países Latinoamericanos, Colombia ha sido gobernada tradicionalmente por partidos de derecha o centro-derecha. La ausencia de espacio político para la izquierda, permitió que los gobiernos presentaran a la protesta como subversiva y criminal. Sin embargo, a partir de 2008, políticos de derecha han adoptado, apoyado y usado la protesta como una táctica; organizando, convocando y dando sustento a varios movimientos de protesta. Esto ha tenido una consecuencia inesperada: partidos de derecha, el gobierno, e incluso sectores de las fuerzas armadas y de seguridad ven ahora a las protestas como algo válido y normal. A partir de un breve análisis histórico de los movimientos de protesta en Colombia desde 1948, y en especial después de 2002, este artículo sostiene que, para entender la reciente normalización de esta forma de expresión política, debemos prestar atención a cambios en las dinámicas de competencia política dentro de la derecha.
Unlike other Latin American countries, Colombia has consistently been governed by centre-right or right-wing political parties. The absence of political space for the Left in this country allowed governments to portray protests as subversive and criminal. However, starting in 2008, right-wing politicians have embraced, supported and used the protest as a tactic; undertaking, calling for, and giving support to various protest movements across the country. This has had an unexpected consequence: right-wing parties, government institutions, and even some sectors within the security and armed forces now see protests as valid and normal. Drawing on a brief historical analysis of protest movements in Colombia since 1948, and particularly after 2002, this article argues that to understand the recent normalization of this form of political expression we should look at changes in the dynamics of competition within the Right.