¿Basta con llorar para decir la verdad? Ese malentendido podría explicar que, en un periodo en el que la mentira domina la vida política estadounidense y las redes sociales, las lágrimas inunden la escena.
Referencias bibliográficas
(1) Véase Michael Kruse, “The woman who made Hillary cry”, Politico, 20 de abril de 2015.