El objetivo de este trabajo es explorar el potencial analítico de un programa fuerte de sociología cultural a la hora de estudiar cómo la sociedad civil responde ante un fenómeno de conflicto racial (los disturbios de El Ejido de febrero de 2000). El estudio muestra cómo en el ámbito de la sociedad civil pueden surgir discursos que, aun proporcionando una narrativa diferente del conflicto, reproducen un mismo código semiótico profundo caracterizado fundamentalmente por ser una estructura de clasificación binaria y albergar una inherente dialéctica de inclusión y exclusión. Este código dicotómico puede considerarse como la estructura simbólica de la cultura política de la sociedad civil. El análisis de los discursos que compiten por la autoridad interpretativa de un conflicto racial desde una perspectiva derivada de la teoría de la religión de Durkheim permite, así, mostrar la ironía de que la producción de los afectos y compromisos civiles implicados en las narrativas de la solidaridad social sea inseparable de una representación polarizada del «ellos» y del «nosotros» bajo la forma de lo sagrado y lo profano. El potencial analítico de esta perspectiva teórica permite, en definitiva, subrayar la estrecha relación que guarda la producción discursiva de la solidaridad con la estructura de clasificación del mundo social y la dificultad que esto entraña para pensar la sociedad civil como una comunidad moral global.