En las sociedades avanzadas estamos asistiendo a tal cúmulo de transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales que apenas puede eludirse la pregunta de si nuestras sociedades se estarán enfrentando a un verdadero «cambio de época». El presente artículo trata de responder a esta pregunta ofreciendo un amplio panorama de las principales aportaciones teóricas que diversos pensadores y científicos sociales han elaborado al observar y analizar el cambio social contemporáneo. Aunque estas aportaciones muestran la existencia de un debate entre continuistas y rupturistas, es decir, entre quienes creen que las actuales transformaciones sociales son una mera prolongación de la modernidad y quienes creen que estamos entrando en una nueva sociedad posmoderna, todos ellos insisten en la relevancia y magnitud de los cambios. El concepto de sociedad posmoderna, cuya consolidación sociológica data de la década de los ochenta, sigue siendo un concepto polémico que adolece de la necesaria precisión y rigor. Sin duda, constituye en muchos casos un irreflexivo «concepto moda». Pero también sirve a la pretensión científica de configurar una imagen coherente de la amplísima variedad de cambios que se están produciendo en una gran multitud de ámbitos. De ahí que el artículo se configure, según la propia lógica posmoderna, como un conjunto de fragmentos de realidad social todavía carentes de la necesaria consistencia y unidad. El artículo, por último, ofrece una visión de la sociedad emergente basada en la hipótesis de la bifurcación posmoderna. Según esta hipótesis, el proceso de posmodernización constituye el despliegue bifurcado y simultáneo de la modernidad por dos senderos, uno por el que caminamos hacia la hipermodernización y otro por el que avanzamos re-actualizando la tradición. Propone que este nuevo cambio social, el que nos lleva desde la sociedad moderna a la sociedad posmoderna, no puede entenderse desde la lógica disyuntiva y antitética con la que se comprendió el paso de la sociedad tradicional a la sociedad moderna, sino que ha de entenderse desde una nueva lógica disyuntiva y sintética, precisamente aquella con la que operan los propios procesos de posmodernización.