El proceso de globalización económica está limitando la soberanía fiscal de los Estados. Esta situación origina una flexibilización en los principios tributarios tradicionales originando que las fuentes del Derecho Tributario sean establecidas al margen de los Parlamentos de cada país. Para evitar que acaben siendo deslegitimadas las normas tributarias hay que plantear soluciones, la más extendida es la encaminada a encontrar una coordinación de las políticas fiscales de los Estados. En esta línea el intercambio de información constituye el medio para garantizar la pervivencia del modelo impositivo tradicional de los Estados en un contexto de globalización económica y competencia fiscal.