Érika Wicky
La tradición del baño perfumado, expandida de Oriente Próximo a Japón, se remonta al Antiguo Egipto. Sin embargo, esta práctica se vio eclipsada en Occidente durante la Edad Media a raíz de la cristianización. Hasta el siglo XIX no perdieron fuerza los tabúes que pesaban sobre la higiene femenina, para mayor beneficio de la industria de la perfumería, que impuso nuevas normas.