Vladimir Pawlotsky
En los últimos diez años, la capital rusa ha trabajado con esmero en mejorar su imagen. Siguiendo las últimas tendencias en marketing urbano, el Gobierno municipal pretende, como otras grandes metrópolis mundiales, atraer a inversores y directivos de multinacionales. Pero esta política no consigue ocultar el hecho de que el Kremlin está retomando el control de la ciudad, lo que acentúa las desigualdades territoriales.