Nunca antes hemos vivido mejor.
La esperanza de vida se ha más que duplicado desde el siglo XIX y sigue creciendo. Los niños que nacen hoy en día tienen más posibilidades que nunca de llegar con vida a su quinto cumpleaños. Las tasas de matriculación en la escuela primaria y de alfabetización de adultos se sitúan en máximos históricos. La aceleración del crecimiento de los países en desarrollo ha sacado a miles de millones de personas de la pobreza: actualmente menos de una de cada diez personas viven en situación de pobreza extrema, frente a más del 40% de 1980. El comercio ha sido un motor clave del crecimiento y el desarrollo experimentados, sobre todo en las últimas décadas. El comercio contribuye al crecimiento porque propicia el aumento de la especialización y la escala, y estos dos elementos conducen a una mayor productividad. El comercio aumenta el poder adquisitivo porque brinda a los consumidores acceso a bienes y servicios importados más baratos, y, desde el punto de vista de los productores, promueve una mayor competencia, innovación y calidad, a la vez que permite acceder a insumos más competitivos.