En una economía de libre mercado las transacciones pueden realizarse en varios mecanismos de coordinación. El resultado del intercambio está influido por el mecanismo empleado. Las subastas electrónicas se caracterizan por aumentar la información acerca de la evolución de los precios y las cantidades y por equilibrar el poder de mercado en beneficio de los más pequeños y los más alejados de los centros de consumo. Por esta razón, los agricultores de algunos países han desarrollado subastas siguiendo el modelo holandés, con gran fortuna cuando bao conseguido captar una parte importante del volumen comercializado. En La Almunia de Doña Godina, centro de una comarca de gran potencial frutero, la Lonja Agropecuaria del Ebro puso en marcha en 1992, con cierta premura, una subasta con la intención de contribuir a aumentar la competitividad del sector, mermada en los últimos años por el exceso de competencia y la rigidez para responder a los cambios de la demanda. El proyecto fracasó a los pocos meses de haberse iniciado. Las causas que influyeron en este resultado fueron varias, pero podemos destacar la ausencia de la cooperativa, la falta de otros servicios de acondicionamiento y venta del producto, la falta de participación de los agricultores y la actitud contraria de algunos compradores. En caso de intentar repetir la experiencia también se debería analizar cuidadosamente el dimensionamiento de la subasta y sus costes.