La caracterización ganadera de Cantabria, monopolizada por el vacuno de producción de leche, tiene su reflejo comercial en la actividad del Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega, básicamente dedicado a la venta de bovinos procedentes de los batos lecheros, lo mismo destinados a vida (terneras, novillas y vacas para producir leche; temeros de recría para producir carne) que a sacrificio (vacas de desecho y añojos). Dicha actividad supone ventas anuales actualmente no inferiores a 10.000 millones de pesetas.
El comercio pecuario a través del Mercado no se ha resentido sensiblemente en entradas ni en ventas durante el período comprendido entre 1976 y 1993. En la década de los ochenta bao disminuido las ventas de novillas y vacas de producción. La tendencia se ha mantenido en los noventa y se correspondería con la intensa dedicación de las reproductoras del hato lechero al cruzamiento industrial con toros de razas especializadas para carne y el declive del efectivo de reproductoras de raza Frisona retenido para reposición y venta en el mercado. Las ventas de temeros de recría han elevado su participación porcentual en las ventas totales, especialmente en 1992 y 1993.
De este modo, el signo tradicional de las ferias podría evolucionar en el sentido del predominio de la comercialización de temeros y ganado de abasto, a costa de la de novillas y vacas de producción.
Si el censo de vacuno de Cantabria ha asegurado esencialmente la actividad comercial del Mercado, la nueva situación impuesta por la aplicación del régimen de cuotas, ya advertida durante 1993, plantea ciertas incógnitas sobre la evolución futura.