Carlos Garcés Manau
En agosto de 1559 el concejo oscense se querelló ante la Inquisición contra el comisario del Santo Oficio en Huesca, el canónigo Tomás Fort. El comisario protegía a uno de sus criados, Juan Garay, autor de numerosos delitos, y las autoridades municipales asaltaron la casa de Fort en su busca. El análisis de tan extraordinarios hechos, ocurridos en un periodo en el que las quejas de las instituciones aragonesas contra la Inquisición fueron numerosas, nos permitirá acercarnos a aspectos relevantes de la Huesca del siglo XVI: la presencia en el concejo de ciudadanos de origen converso; la existencia de un partido inquisitorial, formado por el comisario y los familiares del Santo Oficio; las consecuencias que ello tuvo en la fundación del primer colegio de la Universidad, el de Santiago; y el burdel que la ciudad edificó en 1532. Además nos da un entendimiento más completo de la espléndida capilla de los Reyes Magos, que Tomás Fort hizo construir a partir de 1562 en la fachada de la catedral.
In August 1559, the Council of Huesca filed a complaint before the Inquisition against the commissioner of the Holy Office in Huesca, Canon Tomás Fort. The commissioner was protecting one of his servants, Juan Garay, who was the perpetrator of numerous crimes, and the municipal authorities stormed Fort’s house in search of him. The analysis of such extraordinary events, that occurred during a period in which the Aragonese institutions made numerous complaints against the Inquisition, enable us to examine various relevant aspects of 16th-century Huesca: the presence in the Citizens’ Council of converted Jews; the existence of an inquisitorial party, formed by the commissioner and relatives of the Holy Office; the consequences that this had in the founding of the first college, that of Santiago; and the brothel that the city built in 1532. It also provides a more comprehensive understanding of the splendid chapel of the Wise Men, which Tomás Fort had built from 1562 on the facade of the cathedral.