Cristina M. Castillo
Es evidente la socialización diferenciada habida en las relaciones de género a lo largo de la historia de la humanidad, lo que también ha contribuido en la tipología de violencia divergente en la sociedad contemporánea y en el modo de comunicarse. Hay que concienciar que la lacra de la violencia de género puede tratarse de modo alternativo al sistema judicial a través de la mediación penal, en este caso, refiriéndose a la justicia restaurativa, como modalidad efectiva para reparar de forma íntegra el daño a la víctima y, a su vez, el daño colateral a la sociedad que produce todo delito perseguible de oficio, y al agresor que le permite asumir responsabilidad por el daño causado y pueda fomentar su rehabilitación, y todo ello en cumplimiento del mandato constitucional de la tutela judicial efectiva.