Ignacio Perrotini Hernández
Hace algunos lustros Albert O. Hirschman —entre otros— escribía el obituario de la economía del desarrollo, habida cuenta de: i) la crisis del keynesianismo y ii) la dificultad epistemológica de demostrar que el análisis del subdesarrollo ameritaba una teoría específica, distinta de la empleada en el escrutinio de las economías desarrolladas y, finalmente, la “ausencia” de nuevas ideas en la disciplina.