Joaquín A. Mejía Rivera
Hace 71 años la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamó que “[t]odos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”; a pesar de los avances normativos y fácticos en ese sentido, las personas lesbianas, gays, transgénero, transexuales, bisexuales e intersexuales siguen siendo víctimas de desprotección jurídica y de discriminación, por lo cual se requiere de profundas reformas estructurales que promuevan la igualdad de todas las personas independientemente de su orientación sexual.