La planificación territorial ha ido cobrando protagonismo, en los últimos años, como proceso técnico administrativo eficaz para la reducción del riesgo natural en muchos países del mundo occidental, entre ellos España. La asignación de nuevos usos en el suelo debe contar con información precisa del grado de riesgo existente en un lugar concreto. La infraestructura verde se presenta como herramienta eficaz para la ordenación territorial al constituirse como sistema de información geográfica donde incorporar capas cartográficas diversas que permiten realizar análisis integral de los riesgos naturales, como determina la legislación del suelo. Se presenta el caso del Plan de Infraestructura Verde del Litoral en la Comunidad Valenciana como ejemplo de buena práctica en este sentido.