José Luis Rodríguez Lainz
La STS 141/2020, de 13 de mayo, aborda por primera vez, desde su introducción en los nuevos arts. 588 quinquies b) y c) de la LECRIM, y de forma decidida, la nueva regulación de los dispositivos de seguimiento y localización. La sentencia, que servirá indudablemente de referente incuestionable para ulteriores pronunciamientos, aporta como más destacada novedad una plausible apuesta por relacionar dicha medida de investigación tecnológica con los llamados principios rectores del art. 588 bis a) de la LECRIM.