Se examina el Índice de Progreso Real (IPR), un indicador monetario que, a diferencia del PIB, es idóneo para medir el desempeño económico, evaluar los efectos de las políticas y responder a las preocupaciones contemporáneas sobre el bienestar. Presenta funcionalidades de análisis evolutivo de variables, como el método del panel de control, pero la comparación entre países solo será posible cuando se resuelvan ciertos problemas de datos y se uniformice su metodología mediante la definición del IPR 2.0. Actualmente, los principales obstáculos que impiden su uso generalizado son la falta de voluntad política y de apoyo institucional.