Tras alentar unas esperanzas que traspasarían las fronteras del Reino Unido bajo la dirección de Jeremy Corbyn, el Partido Laborista estrena nuevo líder: Keir Starmer, quien ha logrado romper con la continuidad sin encarnar una vuelta al “New Labour” de Anthony Blair. Su principal activo: la desastrosa gestión de la actual pandemia a manos del primer ministro conservador Boris Johnson.