Gilbert Achcar
Pasado más de un año de la destitución del presidente Omar al Bashir, la dinámica revolucionaria en Sudán no cede. La obstinación de las fuerzas populares que exigen el traspaso del poder a los civiles alimenta las tensiones entre, por una parte, el nuevo gobierno federal y, por otra, los militares tentados de recuperar el control autoritariamente. La transición democrática sigue siendo incierta.