Cuando una persona sufre daño físico o moral, la justicia debe establecer la cuantía de la indemnización que debe percibir el damnificado. En Estados Unidos, esta se basa en criterios tales como su salario o su esperanza de vida. Las desigualdades existentes en la sociedad repercuten mecánicamente en las compensaciones económicas, de tal modo que un notario cobrará más que una enfermera, un blanco más que un negro, un hombre más que una mujer, etc.