Jesús Esteban Cárcar Benito
La finalidad de este artículo es analizar que las nuevas nociones de “Gobierno 2.0” y de “Open Government” vienen a mostrar la necesidad de una administración más transparente, abierta, participativa y colaborativa con el ciudadano a través del uso de internet y las nuevas tecnologías. Ante la crisis de los criterios tradicionales de legitimación anclados en el modelo representativo de la democracia del estado-nación, la gobernanza se reafirma como una nueva forma de regulación no sólo más eficiente en términos de gobernabilidad de la complejidad de la sociedad global de hoy, sino también más democrático debido al papel atribuido a la deliberación y la participación de los actores privados y las partes interesadas en el proceso de toma de decisiones. El espacio y el fomento de la participación electrónica de los ciudadanos, depende de la inclusión digital, y a veces sobre la propia gobernanza. En política, la transparencia se utiliza como un medio para que los responsables y gestores públicos rindan cuentas y combatan la corrupción. Cuando la toma de decisiones y los acuerdos de un gobierno están abiertas a la prensa y el público, sus presupuestos pueden ser revisados por cualquier persona, y sus leyes y decisiones están abiertos a la discusión. Esto es visto como transparente, y hay menos oportunidad para que las autoridades abusen del sistema para sus propios intereses. La Agenda digital reciente, sin embargo, no parece dar prioridad a la participación electrónica, aunque mantiene los planes para la e-inclusión y e-gobierno. A pesar de las atractivas promesas democráticas, las leyes presentan las paradojas y los riesgos en términos de legitimidad democrática de estas nuevas formas de regulación y de cómo el llamamiento a la sociedad para participar en la toma de decisiones puede ser considerado más un mito que una realidad.
The purpose of this article is to analyze the concepts of “Government 2.0” and “Open Government” stress the need for transparent, open and participatory Administrations. A collaborative management with citizens through the use of Internet and ICTs Given the crisis of the traditional criteria of legitimacy anchored in the representative model of democracy of the nation-state, governance is claimed to be a form of regulation not only more efficient in terms of governability of the complexity of today’s global society but also more democratic due to the role attributed to deliberation and participation of private actors and stakeholders in the decision making process. Space and fostering citizens’ electronic participation, making it sometimes depend on e-inclusion, sometimes on governance. In politics, transparency is used as a means of holding public officials accountable and fighting corruption. When a government’s meetings are open to the press and the public, its budgets may be reviewed by anyone, and its laws and decisions are open to discussion, it is seen as transparent, and there is less opportunity for the authorities to abuse the system for their own interests.
The recent Digital Agenda, however, does not seem to prioritize e-participation, although it maintains plans for the e-inclusion and e-government. Despite the attractive democratic promises, the laws presents the paradoxes and risks in terms of democratic legitimacy of these new forms of regulation and how its call to society to participate in decision-making can be considered more a myth than a reality.