Las relaciones entre Rusia y Japón siguen dos vías desiguales, una red de cooperación que se expande lentamente en varios campos y una disputa territorial sobre las Islas Kuriles. En 1956, Japón y la Unión Soviética firmaron el acuerdo de alto al fuego. Japón se une a la conclusión del tratado de paz entre los dos países, con el regreso de Rusia a las cuatro islas Kuriles que la Unión Soviética anexó a sus tierras en el marco de los resultados de la Segunda Guerra Mundial, mientras que Rusia se adhiere a su derecho de ser dueño de las Islas Kuriles y lo considera parte de su seguridad y soberanía.
Relations between Russia and Japan follow two unequal tracks, a network of cooperation slowly expanding in various fields, and a territorial dispute over the Kuril Islands. In 1956, Japan and the Soviet Union signed the ceasefire agreement. Japan binds the conclusion of the peace treaty between the two countries, with the return of Russia to the four Kuril Islands that the Soviet Union annexed to its lands in the framework of the results of the Second World War, while Russia is adhering to its right to own