Angel Juan Nieto García
En tiempos de coronavirus parece evidente que la estancia en prisión puede generar un efecto doliente en la afectividad de los reclusos, ello determina la necesidad de establecer alternativas al contacto personal de éste con familiares y profesionales que garanticen la integridad de la vida y la salud y la gestión afectiva y emocional. En tiempo de coronavirus las videoconferencias con familiares y profesionales coadyuvan a mantener los lazos familiares y el compromiso terapéutico del profesional con el interno.