La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha abordado recientemente la resolución de problemas relevantes en la configuración de la violencia como elemento definidor del delito de robo tipificado en el artículo 242 Código Penal, en particular en cuatro aspectos: la posibilidad de que la violencia inicial se proyecte sobre el apoderamiento sobrevenido; la admisión de la continuidad delictiva en los robos sobre un concepto unitario de violencia; la resolución de los problemas concursales entre el asesinato y el robo; la ampliación del concepto de violencia a la denominada sumisión química.