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Franco Gatti
La reforma constitucional de 1994, e incluso creaciones pretorianas precedentes, forjaron en el universo jurídico argentino un nuevo orden, donde los instrumentos internacionales de derechos humanos consolidaron su supremacía. Adicionalmente, la ardua labor de la Corte Interamericana de Derechos Humanos permitió que se instale en el continente el denominado control de convencionalidad, procurándose así que los criterios regionales en materia de derechos humanos constituyen el espejo donde se reflejen las legislaciones y prácticas nacionales.
A pesar del tiempo transcurrido desde estos hitos jurídicos insoslayables, algunos espacios del mundo del derecho permanecen resistentes a completar su adecuación y asumir la operatividad de los estándares internacionales sobre derechos humanos. Por su parte, el derecho tributario ha experimentado notorios avances en la observancia de los instrumentos regionales y universales, pero algunas discusiones aún permanecen pendientes. Entre ellas, quizás una de las más resonantes, involucra al Tribunal Fiscal de la Nación y la veda que pesa sobre él de concretar el control de constitucionalidad.
En efecto, la presente investigación se propone retomar los lineamientos generales del control de convencionalidad e identificar sus alcances, para luego introducirse en el rol del Tribunal Fiscal de la Nación frente al control de convencionalidad y de convencionalidad, a la luz de la normativa sobre derechos humanos.
