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Salvador Cazzato
Para Hannah Arendt las categorías conceptuales de historia, proceso y comprensión se constituyen un utillaje interpretativo que sirve de sustento para establecer una visión analítica acerca de lo que se ha representado la conciencia histórica tanto del hombre como de la mujer frente a una pluralidad de narraciones perceptivas que encierran en lo real (devenir social). El acto emprendido por los sujetos sociales dentro de la historia manifiesta pautas de pensamiento occidental que deben ser reinterpretadas, toda vez que el historiador debe descubrir las implicaciones narrativas provistas de significados ciertamente imprevistos o soslayados por el mero afán del individuo de producir resultados inequívocos para muchos, pero marcadamente irreconciliables con el mundo en que vivimos y compartimos según esta pensadora. Dicha categorías conceptuales nos permiten ahondar en las pautas occidentales , y en los diferentes procesos narrativos que se reafirman en la medida que temporalidad decanta la “fuerza de los significados” a través de la historia, pero que a su vez nos aproxima a comprender la reacción en cadena de ‘perspectivas y eventos de los actos humanos’, mostrándonos cómo la experiencia humana (condición per se) contiene afinidades significativas edificadas bajo una comprensión global inscrita en la inagotable incertidumbre de nuestro mundo contemporáneo.
