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Gerard K. Boon
El problema económico y social más serio y desafiante al cual se enfrentarán los países en vías de desarrollo dentro de los próximos decenios, será el del empleó. En sentido económico, un desarrollo reducido se manifiesta tanto en la situación del bienestar como en la del empleo en estos países. No se discutirá aquí acerca de todos los bien conocidos hechos y argumentos sobre esta doble característica de la mayoría de los países en desarrollo, sino que más bien la atención será enfocada sobre México en particular. No hay duda de que la cuestión del empleo es uno de los problemas económicos más graves que afronta este país, si no es que el más grave. El crecimiento económico observado en el período 1940-1970 ha sido satisfactorio, pero el desempleo, abierto y disfrazado, se ha incrementado y la distribución del ingreso se ha hecho más desigual. Las crecientes discrepancias internas en el bienestar de diferentes grupos dentro del mismo país son intolerables, y pueden llevar a serios conflictos sociales en los decenios por venir si no se logra un cambio en los esquemas existentes. El problema de proveer de empleo e ingresos decorosos a todos los mexicanos se agrava por el hecho de que la población crece a una de las tasas más altas del mundo.
