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Adriana Marshall, Dora Orlansky
Hasta la actualidad, la migración internacional en el sur de América Latina ha sido estudiada en su función de transferencia indiferenciada de fuerza de trabajo desde economías relativamente más retrasadas hacia actividades económicas en el país de destino en las cuales la productividad se ha mantenido prácticamente constante o ha crecido muy lentamente. Se ha enfatizado el papel favorable al desarrollo de la inmigración por parte de las políticas estatales argentinas, así como la importancia de factores de atracción tales como la demanda de mano de obra en la economía de destino y los diferenciales de ingreso entre países, prestándose también alguna atención a ciertos factores expulsivos. En trabajos anteriores se sintetiza el conocimiento existente referido a las características y pautas más generales y a los factores explicativos estructurales más globales de la migración de fuerza de trabajo desde países limítrofes hacia la Argentina, se analiza comparativamente el papel de las condiciones de expulsión en la determinación del proceso emigratorio y se estudian las tendencias históricas en el volumen y destino de cada corriente migratoria así como los cambios en el papel que desempeña la inmigración en el mercado de trabajo argentino. Es el momento de precisar con mayor detalle algunos aspectos concretos del proceso de la migración internacional en la región, especificando sus rasgos típicos, los mecanismos a través de los cuales opera y las formas en que se ejerce la influencia de algunos de sus determinantes. Este es el objetivo del presente trabajo.
