Acceso usuarios
Luis Arturo Velázquez Gutiérrez, Jesús Arroyo Alejandre
Con este título los autores presentan algunos hallazgos empíricos acerca de lo que han llamado la “transición de los patrones migratorios”. Se basan en datos de varias encuestas de hogares que tienen la ventaja de ser fácilmente comparables. Se plantea como hipótesis general que los cambios en los patrones migratorios se deben a la interacción de los procesos económicos, políticos y sociales que influyen en la distribución de la población, y que esta interacción es fuertemente influida por la política macroeconómica, escenario donde la tecnología ha estado jugando un papel predominante.En torno al volumen de migrantes captados en Guadalajara durante 1986 y 1972, se encontró que en el primer años éstos representaron 32.3% frente a 42.0% en 1972, dentro de la población total de la ciudad y, en torno a sus orígenes los datos reflejan variaciones, pues si tradicionalmente los migrantes procedían en su mayoría del Occidente del país con el mayor porcentaje de jaliscienses, ahora esta región pierde importancia, otras ganan terreno, y es notorio el origen con más características urbanas. Frente a esto, las ciudades secundarias del estado de Jalisco han venido aumentando su población con mayores aportes de migrantes procedentes de localidades cercanas, circundantes a cada una de tales ciudades de origen rural.Algunos puntos que se destacan en las conclusiones de este artículo son: 1) Guadalajara, desde hace algunas décadas, se ha convertido en centro de atracción migratoria por excelencia, tanto de población como de capitales. Pero, más recientemente, las fuentes de sus migrantes han variado; 2) las ciudades del Occidente que alcanzan el rango de “ciudades medias” y las que hemos analizado como “ciudades medias de Jalisco” han estado captando los flujos migratorios con orígenes rurales del gran “éxodo del campo” de la región. El hecho de que algunas de estas ciudades no hayan crecido lo suficiente es debido a la contrapartida de que sus nativos han elegido las grandes metrópolis nacionales como destino, sin dejar de tener importancia la atracción de otras ciudades.
With this article, the authors attempt to present some empirical findings regarding a phenomenon which they chose to call the "transition in migratory patterns". The study is based on data found in various surveys which have the advantage of being easily compared. The general hypothesis states that: changes in migratory patterns are due to an interaction between those economic, political and social processes which affect the distribution of the population; and that this interaction is also highly influenced by macroeconomic politics-an arena where technology plays a dominant role.The volume of migrants counted in Guadalajara in 1986 represented 32.2% of the total population, where as in 1972, it represented 42%. Information on place of orgin also shows certain changes. In previous years, immigrants arrived mostly from the western part of the country and the great majority were originally from the state of Jalisco. However, other regions in the country are currently gaining ground, and it is interesting to note that a growing number of places of origin have strong urban characteristics.As a result, smaller towns in the state of Jalisco have increased their population by absorbing greater numbers of immigrants from nearby rural settlements. Conclusions of this study are: 1) during the last few decades, Guadalajara has become a center of attraction not only for immigrants, but also for capital; and the place of origin of its immigrants has changed; 2) western towns in the state of Jalisco, which can be considered "middle sized cities" have been absorbing the migratory flow or rural origin, identified as the "rural mass exodus" of that region. These towns have not grown sufficiently due to the fact that their natives have chosen to move to the greater national metropolises or have been attracted by other important cities.
