Como señalan multitud de expertos y analistas, y es fácil aventurar, los efectos de la pandemia del Covid-19 sobre la economía mundial pueden llegar a producir fallas estructurales en los mecanismos productivos; por ello, en la medida de lo posible, es imprescindible evitar, a través del recurso a todos los medios e instrumentos que puedan ser útiles, que la propagación dañe las bases fundamentales del tejido económico. Desde la conciencia en la necesidad de que todos los actores sumemos frente al riesgo tangible para la arquitectura social y empresarial, las líneas siguientes plantean una posibilidad real, de alcance limitado, pero indudablemente positiva, para favorecer la liquidez que hoy, más que nunca, necesitan particulares, empresas y profesionales.