El presente estudio responde a una revisión actual del conflicto chileno-mapuche, el más antiguo entre un Estado y un pueblo indígena en América Latina, el cual se ha intensificado, desde el año 1997, con un aumento del empoderamiento indígena en favor de la autodeterminación, la demanda de reconocimiento constitucional, y la devolución de tierras y recursos para su propia política de desarrollo. La coyuntura crítica de alta conflictividad social y territorial en Chile ha polarizado las posturas de autonomía indígena con el Estado que insiste en una estrategia asistencialista y neo-productivista sin negociación política y reconocimiento plurinacional en la Constitución. Por su parte, el movimiento mapuche, que coincide en su rechazo a la política estatal chilena, muestra diversas vertientes que promueven estrategias y agendas diferentes, no siempre complementarias y sinérgicas. Los resultados obtenidos muestran que las relaciones impulsadas desde los gobiernos en función de la política asistencial, de seguridad y de participación simbólica, no han sido efectivas, y que el modelo neo-productivista, basado en la renta y el monocultivo aplicado como estrategia de desarrollo, no coincide con la cosmovisión del Pueblo Mapuche. Por su parte, las diferentes agrupaciones políticas, comunitarias e identitarias mapuche, no logran coincidir con un único modelo de auto-gobierno, lo que sugiere que cualquier negociación debe ser flexible en reconocer la realidad confederal del principal pueblo-nación indígena de Chile.