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María Luisa Molero Marañón 
La noción de conciliación en el Derecho español tiene ya una historia de casi veinte años en el campo de las relaciones jurídico-laborales. Dicho objetivo se ha pretendido lograr a partir de dos presupuestos de partida que se cuestionan en el presente estudio. El primero incide en que el núcleo central de las medidas van dirigidos al cuidado de menores por los trabajadores asalariados (empleo privado y público), y el segundo entiende que la conciliación cómo mejor se logra es configurando medidas que permitan al empleado restar tiempo de su vida profesional para dedicarlo a su vida familiar, o dicho de forma más explícita, se lanza el mensaje de que quien quiere conciliar tiene que dedicar un número menor de horas a la esfera laboral. Dicha respuesta es la más generalizada en el ámbito del Derecho del Trabajo, tanto entre nuestras fronteras, como en la mayoría de los países de la Unión Europea, configurándose en los distintos ordenamientos todo un arsenal de derechos de ausencia. El ejercicio de la conciliación se identifica con la articulación de toda una serie de permisos, derechos de reducción de jornada, suspensiones de contrato y excedencias de distinta índole, en las que el asalariado reduce su presencia en el mundo laboral con repercusión en sus retribuciones, y por ende, en su protección social y, en última instancia en su trayectoria profesional. A día de hoy, se ha comprobado que dichas políticas de conciliación no han funcionado en términos de corresponsabilidad, al utilizarse de forma abrumadora por las mujeres, promocionando la perpetuación de los roles de género que contribuyen a la desigualdad entre hombres y mujeres, produciéndose toda una serie de consecuencias en cadena que afectan no sólo al sexo femenino, sino a la sociedad por entero.
Dicha realidad es una preocupación que está presente no sólo dentro de nuestras fronteras, sino en el marco de la Unión Europea, al ser conscientes que las políticas implementadas han sido inadecuadas, habiéndose reconocido que el logro del objetivo de conciliación ha de plantearse bajo nuevos presupuestos, al establecerse expresamente su fracaso en términos de igualdad de género, reclamando un marco normativo renovado. De este modo, y con ocasión de la aprobación de una propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la «conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los progenitores y los cuidadores» presentada en abril de 2017 por la Comisión Europea, se ha reclamado un nuevo enfoque, que trascienda claramente el derecho a los permisos parentales, debiendo situarse en un contexto más extenso y más complejo. La Unión Europea está tratando el tema de la conciliación con una nueva perspectiva, que tiene que perseguir un doble objetivo. Por una parte, se ha de promover la participación y el mantenimiento de las mujeres en sus puestos de trabajo, y por otra, se ha de incentivar la utilización de los instrumentos de conciliación por parte de los hombres, configurando políticas de conciliación que contribuyan a reequilibrar el reparto de responsabilidades en el hogar.
Todo lo anterior conduce a que se deban cuestionar las políticas de conciliación hasta ahora adoptadas en el ordenamiento laboral español, tomando como referencia las orientaciones europeas. Indudablemente, dicha temática es compleja por el conjunto de intereses en juego y por la pluralidad de medidas que entran en acción; por ello, nuestro estudio no pretende efectuar un análisis completo de los derechos de conciliación tradicionales, sino que, a nuestro entender, tiene un mayor interés abordar las cuestiones que necesitan un nuevo replanteamiento, si se quiere avanzar para que el objetivo de conciliación sirva para lograr una mayor igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en las relaciones laborales. Por ello, nos hemos centrado en el propio concepto de conciliación que, pese a su juventud, debe ser revisitado en la propia situación de necesidad en la que descansa la noción, contemplando por una parte la diversidad de estructuras familiares que deberían modular el ejercicio de los derechos (monoparentales y numerosas), y por otra, revalorizando los derechos de conciliación que afectan a quienes atienden a las personas enfermas, con discapacidad y dependientes. Asimismo, se ha reflexionado sobre las acciones principales que deberían promoverse para una genuina y efectiva conciliación en corresponsabilidad, fijándonos en la necesidad de igualar los permisos familiares entre hombres y mujeres, revisando la dimensión temporal de la prestación laboral, haciendo especial hincapié en el derecho de adaptación del horario sin reducción de horas de trabajo, y culminando con la necesidad de una mayor inversión pública en la red de servicios de cuidado para menores–guarderías–, y en servicios de cuidados de larga duración para personas dependientes. Finalmente, el estudio termina con una breve aproximación al efecto que provoca la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en el ejercicio de la conciliación, analizando el derecho a la desconexión digital reconocido por la Ley 3/2018, de 5 de diciembre.
The notion of work-life balance in Spanish law already has a history of almost twenty years in the field of legal-labour relations. This objective has been sought to achieve from two starting assumptions that are questioned in this study. The first focuses on the fact that the core of the measures are directed to the care of minors by paid workers (private and public employment), and the second understands that work-life balance is best achieved by configuring measures that allow employees to take time out of their professional life to devote to their family life, or more explicitly, the message is that whoever wants to find a work-life balance has to devote a smaller number of hours to the labour sphere. This response is the most widespread in the field of Labour Law, both at national level and within most countries of the European Union, configuring an armoury of rights of absence in the various legal systems. Finding a work-life balance has been identified with drawing up a series of permits, rights of reduced working hours, suspension of contracts and leaves of absence of different nature, in which employees reduce their presence in the workplace having an impact on their remuneration, and therefore, on their social protection and, ultimately, on their professional career. So far, it has been proven that these work-life balance policies have not worked in terms of coresponsibility because they have been overused by women, promoting the perpetuation of gender roles that contribute to inequality between men and women and resulting in a series of consequences that affect not only women, but society as a whole.
Such reality is a concern that is present not only at national level, but also within the framework of the European Union, as we are aware that the policies implemented have been inadequate, having recognized that the achievement of the objective of work-life balance must be considered under new assumptions, by expressly establishing its failure in terms of gender equality, calling for a renewed regulatory framework. In this way, and on the occasion of the approval of a proposal for a Directive of the European Parliament and of the Council on the «work-life balance of parents and carers» presented in April 2017 by the European Commission, a new approach has been claimed so as it clearly extends the right to parental leave, and must be placed in a more extensive and more complex context. The European Union is dealing with the issue of work-life balance with a new perspective, which has to pursue a dual objective. On the one hand, participation and maintenance of women in their jobs must be promoted and, on the other hand, the use of work-life balance tools by men has to be encouraged, configuring policies that contribute to rebalance the distribution of responsibilities in the home.
All of the above leads to the questioning of work-life balance policies that have been adopted in the Spanish Labour Law up to now, taking as a reference the European guidelines. Undoubtedly, this topic is complex due to the set of interests at stake and the plurality of measures that come into action; therefore, our study does not intend to carry out a complete analysis of the traditional rights on work-life balance, but, in our opinion, it is of greater interest to address the issues that need a new rethinking, if we want to move forward so that the objective on work-life balance helps to achieve greater real and effective equality between women and men in labour relations. For this reason, we have focused on the concept of work-life balance itself, which, despite being new, must be revisited in the very situation of need on which the notion rests, contemplating, on the one hand, the diversity of family structures that should modulate the exercise of the rights (single-parent and large families), and on the other, revaluing the rights of worklife balance that affect those who care for the sick, disabled and dependent. Likewise, we have reflected on the main actions that should be promoted for genuine and effective work-life balance in co-responsibility, paying attention to the need to equalize family leaves between men and women, reviewing the temporary dimension of labour benefits, with special emphasis on the right of adaptation of the timetable without reduction of working hours, and ending with the need for greater public investment in the network of care services for minors-day care centres–, and in long-term care services for dependent people. Finally, the study concludes with a brief approximation to the effect caused by the emergence of new information and communication technologies in the exercise of work-life balance, analysing the right to digital disconnection recognized by Law 3/2018, of December 5.
