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Carlos García Serrano, José María Arranz Muñoz 
El objetivo de este artículo es analizar algunas características del funcionamiento del nivel asistencial del sistema de prestaciones por desempleo que existe en España en relación con el mercado de trabajo. El aspecto novedoso radica en que se estudia la dinámica de la percepción de los subsidios por desempleo, lo que implica examinar, entre otras cuestiones, cuánto duran los episodios de desempleo cubiertos por subsidios; cuál es la diferencia entre el periodo medio efectivamente percibido y el periodo medio de derecho reconocido de los subsidios; cuál es la proporción de personas que agotan un subsidio; y cuál es el grado de inserción laboral de estas personas. Para ello, se utilizan los registros administrativos mensuales de todas las personas perceptoras de subsidios por desempleo del Servicio Público de Empleo Estatal desde 2007 hasta 2014. En particular, en este trabajo se han seleccionado dos grupos de individuos que inician la percepción de un subsidio por desempleo (altas) en enero de 2007 (primer grupo) y en enero de 2010 (segundo grupo). A los dos grupos se les ha seguido (gracias a la información contenida en los ficheros mensuales) hasta diciembre de 2011 y 2014, respectivamente. Por tanto, el periodo (o ventana) de observación es de igual longitud para ambos; en concreto, cinco años.
El análisis de la dinámica de los subsidios por desempleo que se ha realizado en este artículo arroja tres resultados relevantes. Primero, ha aumentado la importancia de los subsidios por agotamiento de la prestación contributiva, lo que pone de manifiesto la tendencia hacia la asistencialización en el periodo de crisis provocada por el desbordamiento del nivel contributivo. Segundo, la duración efectiva media en ambos periodos es mayor cuanto más prolongado es el periodo de derecho reconocido, aunque dicha duración consumida supone una proporción menor del derecho reconocido. Y tercero, las personas perceptoras que tienen derecho a subsidios cortos tienden al agotamiento de los mismos y apenas dejan días restantes sin consumir. Sin embargo, en la medida en que una parte de quienes agotan posteriormente vuelven a percibir estas prestaciones, se puede pensar que han transitado hacia la ocupación en algún momento posterior y más o menos cercano al agotamiento. Por tanto, el grado de inserción laboral medido por la proporción de personas perceptoras cuya causa de baja es la salida hacia un empleo debe considerarse un umbral inferior del verdadero porcentaje de inserción laboral, que es relativamente elevado para subsidios con periodos de derecho reconocido más prolongados. Los subsidios de Renta Agraria, RAI y subsidio de mayores de 52 años presentan porcentajes de salidas muy bajos.
A la vista de estos resultados, se podrían plantear al menos tres reflexiones o recomendaciones para mejorar el funcionamiento del sistema de protección por desempleo. En primer lugar, simplificar el sistema, y en particular el nivel asistencial. Actualmente existe una gran cantidad de tipos de subsidios distintos, algunos de ellos con requisitos diferentes, cuando en realidad se dirigen a proteger situaciones similares. Habría que reflexionar sobre la conveniencia y las posibilidades reales de llevar a cabo una racionalización de todos ellos, sobre todo con vistas a facilitar el acceso y la movilidad de las personas perceptoras. En segundo lugar, profundizar en la complementariedad de las políticas pasivas (prestaciones por desempleo) y activas (servicios de orientación, apoyo y seguimiento en la búsqueda de trabajo, formación e intermediación laboral) que prestan los servicios públicos de empleo y en la sincronización de las medidas. Esto constituye un reto para mejorar el efecto de las políticas del mercado de trabajo sobre las perspectivas laborales de las personas y los indicadores laborales agregados, pero es crucial sobre todo para quienes están en los extremos de su carrera laboral (jóvenes y mayores de 45 años) y para los colectivos más vulnerables (personas paradas con bajo nivel de estudios y desempleadas de larga duración). España debería hacer esfuerzos por seguir esta línea de actuación. Y en tercer lugar, lograr una mayor coordinación y colaboración entre los servicios (de empleo, sociales, de vivienda, etc.) que ofrece la Administración Pública, que deberían estar mucho más relacionados entre sí para ofrecer un servicio integral y coordinado a los ciudadanos, especialmente cuando se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y social.
The objective of this article is to analyse some characteristics of the functioning of the welfare level of the unemployment benefit system that exists in Spain in relation to the labour market. The novel aspect is that the dynamics of the recipiency of unemployment assistance benefits is studied, which implies examining, among other issues, how long spells of unemployment covered by benefits last; what is the difference between the average effective duration and the average entitlement duration of assistance benefits; what is the proportion of people who exhaust a benefits; and what is the degree of work insertion (exits to a job) of these people. To this end, the monthly administrative records of all persons receiving unemployment benefits from the Spanish Public Employment Service are used from 2007 to 2014. In particular, this work has selected two groups of individuals who begin the perception of an unemployment assistance benefit (entries) in January 2007 (first group) and in January 2010 (second group). The two groups have been followed (thanks to the information contained in the monthly files) until December 2011 and 2014, respectively.
Therefore, the period (or window) of observation is of equal length for both; in particular, five years.
The analysis of the dynamics of unemployment assistance benefits that has been made in this article yields three relevant results. First, the importance of entries into the recipiency of assistance benefits due to the exhaustion of the insurance benefits has increased, which shows the trend towards more weight of the welfare level in the period of crisis caused by the overflow of the insurance level. Second, the average effective duration in both periods is greater the longer the entitlement period is, although that duration entails a smaller proportion of the potential period. And third, the recipients who are entitled to short benefits tend to exhaust them and leave few days left without consuming.
However, to the extent that a portion of those who exhaust receive subsequently these types of benefit again, it can be thought that they have moved towards employment at some later time and more or less close to exhaustion. Therefore, the degree of work insertion measured by the proportion of receiving persons whose cause of exit is the transition to a job should be considered a lower threshold of the true percentage of insertion, which is relatively high for subsidies with longer entitlement periods. The subsidies of Agrarian Income, RAI and subsidies for people over 52 years of age show very low percentages of exit to a job.
In light of these results, at least three reflections or recommendations could be proposed to improve the functioning of the unemployment protection system in Spain. The first is the need to simplify the system, and in particular the assistance level. Currently there are a lot of different types of benefits, some of them with different requirements, when in fact they are aimed at protecting similar situations. It would be necessary to reflect on the desirability and the real possibilities of carrying out a rationalization of all of them, above all with a view to facilitating the access and transitions of the recipients. Secondly, it would be necessary to deepen the complementarity of passive (unemployment benefits) and active policies (guidance services, support and monitoring for job search, training and labour intermediation) provided by public employment services and the synchronization of measures. This is a challenge to improve the effect of labour market policies on individuals’ job prospects and aggregate labour indicators, but it is crucial especially for those at the extremes of their careers (young and over 45 years-old) and for the most vulnerable groups (unemployed people with low educational level and long-term unemployed). Spain should make efforts to follow this line of action. And third, it is imperative to achieve greater coordination and collaboration between services (employment, social, housing, etc.) offered by the Public Administration, which should be much more related to each other to offer a comprehensive and coordinated service to citizens, especially when they are in a situation of economic and social vulnerability.
