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Se esboza un realismo hermenéutico correlacionista y se demuestra una de sus tesis centrales: la tesis de subjetividad. Se afirma que la subjetividad pensante es necesariamente corporal y que el universo espacio-temporal incluye necesariamente la subjetividad corporal. El ensayo comienza con (1) la observación de que la lógica se refiere a una correlación fundamental entre pensamiento y ser que no tiene lugar en el realismo extremo. Después (2) el realismo extremo se enfrenta al antirrealismo pragmático, y la disputa aporética entre ambas partes en torno al concepto de verdad y lógica se resuelve en una posición intermedia que reconozca los tres aspectos esenciales de la verdad (correspondencia, honestidad, asertividad) y la lógica clásica: el realismo hermenéutico. A continuación vendría (3) la prueba de la tesis de subjetividad, que incluye una teoría de las condiciones a priori de referencia a las cosas individuales. Después de la prueba, se puede perfilar un realismo hermenéutico (4): el cual es estrictamente antidualista, y reconoce la proximidad a la antinomia y la no formalización de la lógica como manifestaciones de la creatividad y la imprevisibilidad del pensamiento. El ensayo concluye con (5) algunas reflexiones sobre el realismo científico, que puede ser incorporado en la filosofía hermenéutica como un realismo alético, aunque no existencial (es decir, un realismo de la verdad, no de la referencia).
