La exposición a los riesgos laborales varía según el número de horas trabajadas y en función del sector, el tipo de trabajo y las tareas realizadas. Por ello, las mujeres no son sensibles a las mismas enfermedades profesionales que los hombres, ni sufren los mismos tipos de accidentes laborales. Se hace necesario prestar especial atención a la seguridad y la salud de las mujeres en todas las políticas en esta materia, máxime cuando nuestro país carece en estos momentos de una política preventiva específica de riesgos laborales desagregada por sexos.