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La sustitución de administradores sociales en sociedades incursas en causas de disolución legal genera un doble problema práctico en la aplicación del art. 367.1 LSC: desde cuándo el nuevo administrador puede ser responsable y cuál es el objeto de esa responsabilidad. Las dos cuestiones son resueltas en la Sentencia de la Sala 1ª del Tribunal Supremo de 8 de noviembre de 2019. Junto con la exposición sistemática de las aportaciones del Alto Tribunal, aprovechamos para reflexionar sobre la justificación de las mismas. Al mismo tiempo exponemos otras importantes consecuencias prácticas colaterales que se desprenden de la Sentencia comentada, en el siempre complejo y actual mundo de la praxis de la responsabilidad de los administradores de las sociedades de capital por no disolución.
