“Muerte cerebral”: esta es la expresión utilizada por Macron para calificar el estado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en vísperas de la cumbre del 3 y 4 de diciembre, y que ha provocado estupefacción en las filas atlantistas, europeas… y francesas. No es la primera vez que el presidente francés muestra visos de independencia. Pero cuesta compaginar gestos y palabras.