Cédric Leterme
Cada usuario de Internet es un importador-exportador de datos que, habitualmente, ignora serlo. Sin embargo, ¿a qué reglas se atiene la circulación de esa valiosa información a través de las fronteras? A las potencias occidentales, que consideran los datos personales como mercancías ordinarias, les gustaría regular esta cuestión con total discreción en el seno de la OMC.