Ana Lago Moreda
Es evidente que el mundo laboral ha cambiado a gran velocidad. Cuatro generaciones conviven en el mismo escenario y cada una de ellos tiene sus propios códigos de conducta.
Lo que para unos es normal para otros es ofensivo. Las empresas deben saber gestionar este momento y sacar los mejor de esta diversidad para que el bienestar de los empleados y la productividad de la empresa no se resientan.