El objetivo de este trabajo es analizar los efectos distributivos que provocó el fuerte incremento de la participación de la mujer en el mercado de trabajo en la década de los años ochenta en España entre el colectivo de parejas casadas. Los resultados obtenidos en el estudio ponen de manifiesto la existencia de dos efectos entre el colectivo de mujeres casadas que van en sentido contrario: el efecto de los cambios en la distribución de los ingresos de las que trabajan y el efecto de los cambios en la distribución de las tasas de participación. El primer efecto tiende a reducir la contribución de la mujer a la desigualdad mientras que el segundo tiende a incrementar dicha contribución. Los cambios producidos en las tasas de participación de las mujeres casadas son consecuencia del mayor nivel educativo medio de la población y de los cambios en el comportamiento laboral por nivel educativo.