La denominada «Resolución sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa», recientemente aprobada por el Parlamento Europeo, condena los crímenes cometidos por los regímenes nazi y comunista a lo largo del siglo XX e insta a los Estados miembros a hacer frente a las organizaciones que difunden discursos de incitación al odio y a la violencia.